Hacer el Camino de Santiago en bici es una experiencia que te permite recorrer kilómetros más rápido para poder tomarte con calma las visitas a los montones de sitios que aguardan en el Camino y poder completar las etapas (y el trayecto en general) en menos tiempo con supuesto menos cansancio (aunque no siempre es así, como veremos).
No obstante, hay muchos peregrinos que optan por la bici pero la mayoría sigue escogiendo ir a pie, por lo que la mayoría de la información está orientada a esos caminantes que no van acompañados más que por sus piernas.
Por eso, en este post vamos a recopilar una serie de claves básicas a la hora de hacer el Camino en bici con seguridad y comodidad.
¡Presta mucha atención y ponte en marcha!
- En primer lugar, lo más importante es escoger el tipo de bici. Con las bicis de montaña tendrás mucha comodidad en los tramos de senderos, pero sufrirás en las subidas y tramos de carretera. Al contrario te pasará con las bicis de cicloturismo, donde lo que ganes en carretera lo perderás en montaña. Por eso, lo más adecuado es buscar modelos “híbridos” que más o menos nos hagan cumplir en todas las situaciones. Si no conoces mucho el tema, es importante consultar a algún profesional antes de comprar para que nos asesore.
- El punto básico tras la bici es la preparación física. Si no estás acostumbrado a hacer rutas en bici tendrás que ponerte un plan de entrenamiento en el que vayas progresando hasta completar con cierta holgura los 50 – 55 kilómetros que harás en cada etapa más o menos. Muy recomendable también visitar a un médico o preparador especialista para que nos ayude.
- La planificación correcta del viaje te ayudará a que lo hagas con mucha mayor comodidad en ciertos tramos y evitará el sufrimiento de las subidas. Ten en cuenta que con esto último el esfuerzo en las piernas se notará mucho más que caminando, y de la bici no te puedes separar… Lo más recomendable es escoger las rutas cuanto más planas mejor mirando los desniveles.
- El equipaje recomendado, como en el caso de los caminantes, suele tener un peso de en torno a los 6 kilos, aunque ya se sabe que cuanto menos, mejor. Hay que tener en cuenta que la bici ya nos suma y cuanto más nos carguemos más nos costará realizar las subidas. Es importante también repartir el equipaje en dos alforjas para repartir el peso utilizando también los apoyos de la bici.
- Por último, depurar la técnica con la que vas en la bici te ayudará a sufrir mucho menos y evitará molestias en el transcurso. Ten en cuenta que son muchos kilómetros durante muchos días, por lo que el cuerpo puede pasarte factura en cosas que no notabas antes. Las posiciones, el pedaleo, la postura… todo influye en este sentido.