La Compostela (y no “Compostelana”, como a veces equivocadamente se le conoce) es un documento del Cabildo Catedralicio de Santiago que certifica la peregrinación por motivos religiosos o espirituales a Santiago. Para conseguirla, se debe mostrar la credencial donde se ha ido sellando y poniendo la fecha a lo largo del Camino, como por ejemplo en los refugios en los que se ha dormido, dos veces por día.
Para conseguir la Compostela es necesario haber llegado a Santiago tras peregrinar los últimos 100 kilómetros andando o 200 en bicicleta, como mínimo.
La Compostela está escrita en latín. Su traducción es: “EL CABILDO de esta Santa Apostólica Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana, custodio del sello del altar de Santiago Apóstol, para que todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa hasta la Tumba de Santiago, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: X ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa). En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia”.
¿Conocíais esta curiosidad?
Encontrarás esta y otras curiosidades de El Camino en este blog.
¡Hasta pronto!
Sagrario Alonso. Peregrina de Fisterra