El Camino francés es sin duda el camino por excelencia en cuanto a belleza de sus paisajes. Empezando por la medieval localidad de Saint Jean Pied de Port, en castellano San Juan de Pie del Puerto, los peregrinos encuentran en esta etapa de partida un lugar mágico, ideal para partir con las pilas cargadas al máximo nivel.
Si empiezamos el Camino desde esta etapa y es lunes, tropezamos con su mercado semanal y la vida que desprende esta ciudad. En este mercado que despierta los sentidos encontramos todos tipo de productos típicos de la zona. Los quesos, confituras, la miel del país y el vino de Irouléguy, son algunas de las especialidades que sorprenden al peregrino. Antes de abandonar las adoquinadas calles de esta localidad, sea lunes o no, es imprescindible probar sus dulces típicos en cualquiera de sus pastelerías.
Una vez decididos a emprender el camino, iniciamos esta etapa al cruzar el puente sobre el río Nive. Ya no hay vuelta atrás, empezamos una aventura donde se mezclan muchas emociones, y camino a la rue d’Espagne, voilá, ahí está, el poste de madera que junto a una concha y la marca del GR65 indica Chemin de Saint Jacques de Compostelle. En este punto, los peregrinos abandonan la ciudad, rumbo a Roncesvalles.
A los que nos gusta recrearnos en cada etapa y disfrutar al máximo cada paso del camino, estamos de suerte! Porque el Camino francés dispone de conexión gratuita a red Wifi proporcionada por elcamino.proyectosbeta.com. Poder estar conectado facilita la posibilidad de buscar la información requerida en cada momento, así como compartir los mejores momentos con los nuestros.
Juntos hacemos el Camino. ¡Feliz aventura!