A menudo necesitamos desconectar, relajarnos y evadirnos del día a día. Las prisas y la rutina se convierten en un modo de vida donde morder y tragar es lo normal sin dejar espacio al masticar y digerir. Buscamos huir de esos entornos que van afectando nuestra salud de manera constante y necesitamos parar para poder saborear y asimilar cada instante. Caminar es un ejercicio muy recomendado tanto para evadirnos de todo lo anterior como para conectar con nosotros mismos. Algunos pensadores como Nietzsche utilizaban esta técnica para inspirarse, y es que cuando caminamos, hacemos una ruta de senderismo e incluso subimos montañas, estamos activando nuestro cuerpo a una dinámica espiritual muy rica.
Cuando caminamos en solitario nuestro motor se pone en marcha para el avance y nuestra mente se siente libre para pensar. Las mejores ideas surgen cuando apagamos el piloto automático con el cual solemos funcionar. La vorágine de la sociedad en la que vivimos no entiende de sentir cada paso y meditar con serenidad cada decisión. Y es que el Camino no está fuera sino dentro, así que, ¿Cuánto tiempo nos pasamos huyendo de nosotros mismos? Ya es hora de emprender un Buen Camino!
Si quieres reinventarte, sentirte libre y encontrar , tienes que estar dispuesto a crecer. Este Camino no es un camino cualquiera, este es el viaje del héroe, un trayecto para avanzar hacia una mejor versión de ti mismo, aceptando las luces y las sombras para descubrir de donde vienes, dónde estas y dónde quieres llegar. ¿Estás dispuesto a sacar el guerrero que hay en ti y enfrentarte con el dragón? «Tu visión devendrá más clara solamente cuando mires dentro de tu corazón…Aquel que mira afuera, sueña. Quién mira en su interior, despierta». C.G. Jung.