Carrión de los Condes - Lédigos

Carrión de los Condes

La antigua ciudad amurallada de Carrión de los Condes conserva todavía su personalidad medieval en sus edificios conservados y en los muchos restos de patrimonio histórico que en la ciudad podemos encontrar. La iglesia de Santiago se alza imponente por encima de todas las demás construcciones, con un estilo románico muy austero en general pero con una bellísima fachada en la que podemos encontrar su gran Pantocrator, uno de los más bonitos que podemos encontrar en las iglesias románicas de la región y en España. Además, la población cuenta también con Iglesia de Santa María del Camino (otra románica del siglo XIII), el monasterio de Santa Clara y de San Zoilo, el cual cuenta con su gran claustro plateresco. Tras visitar esta localidad nos esperan algo más de 23 kilómetros hasta Lédigos, de los cuales los primeros 17 kilómetros serán sin pasar por ninguna otra población. Por lo tanto, hay que ir perfectamente equipado con mucha agua y algo de comida con lo que reponer fuerzas ya que por lo menos serán cuatro horas sin poder comprar nada. No obstante, el camino en general es plano y cómodo para andar.

Ledigos

Llegaremos en el final de esta etapa prácticamente a la frontera con Palencia, y descansaremos en la muy pequeña localidad de Lédigos, de apenas unos 74 habitantes, donde poder disfrutar de paz y tranquilidad rodeado de prados y campos que la vista no puede casi ni abarcar. Aquí dispondremos de un albergue bastante amplio y un bar donde comprar algo para comer, en una ciudad que suele ser de paso para muchos peregrinos pero que está muy bien para descansar antes de alargar en exceso la ruta de la jornada.

Itinerario

De Carrión saldremos atravesando el pueblo viendo la iglesia de Santiago, el río Carrión y el monasterio de San Zoilo. Al salir nos toparemos con la carretera de Villotilla, que tendremos que seguir por el arcén. Pasaremos la vieja abadía de Benevivere y poco más adelante tomaremos la vía Aquitana, la antigua calzada romana que unía Burdeos con Astorga, intacta todavía después de dos milenios de antigüedad (el trazado actual es el mismo que el original) No tendrás ni una sombra donde cobijarte, y además todavía faltarán más de diez kilómetros para alcanzar Calzadilla de la Cueza, próxima localidad con servicios a la vista. Superando esta vía y pasando un cruce de la carretera, llegaremos a la Cañada Real Leonesa, un camino muy utilizado desde hace muchos años por los pastores para conducir sus ganados entre las hierbas de verano en León y los de invierno en Extremadura. Tendremos que seguir unos cuatro kilómetros más hasta llegar a Calzadilla de la Cueza, un pequeño pueblo donde podremos encontrar un albergue, hostal y restaurante donde poder hacer una merecida parada tras tanto tiempo de prados y meseta. Mucha gente termina aquí la etapa, pero nosotros creemos que es mejor alargarla un poco más para no hacer los tiempos muy extensos y aprovechar ahora para tener más energía para etapas más duras. Si hacemos parada en el bar de Calzadilla tendremos que ir al otro extremo del pueblo, y luego volver a su calle Mayor para coger la N-120. De ahí pasaremos al río Cueza, y después al desvío a Santa María de las Tiendas. En todos estos desvíos es importante prestar mucha atención, ya que algunos de ellos pueden ser muy peligrosos y ocasionarnos algún susto. Tendremos que salvar un pequeño desnivel de 50 metros poco empinado, y tras una bajada poco pronunciada tomaremos de nuevo la N-120 para llegar por fin a Lédigos. Aquí podremos quedarnos en su albergue y tomar algo en el bar habiendo recorrido ya la considerable cifra de 23 kilómetros. La opción de alargarla más nos llevaría a Terradillos de los Templarios, que se sitúa a los otros 3 kilómetros de distancia de la misma. Aquí cada peregrino elige según sus fuerzas y empuje.