Villadangos del Páramo - Astorga
Villadangos del Páramo
Villadangos del Páramo es una localidad tradicionalmente santiaguista, donde podremos encontrar una iglesia parroquial con un retablo dedicado a Santiago donde destacan tres imágenes y una talla ecuestre donde vemos a Santiago espada en alto y un moro vencido a sus pies, en lo que sería una de las tres representaciones clásicas del santo.
En esta pequeña localidad podremos disfrutar de sus calles de origen medieval con techos característicos de adobe, visitar la ya mencionada iglesia, y en general reponer fuerzas para una nueva etapa por la provincia de León.
La población es pequeña, de alrededor de mil habitantes, pero dispone de casi todo lo necesario para equiparse al completo si hiciera falta.
La etapa que se nos pone por delante es muy similar a las muchas anteriores que hemos llevado, si bien no tendremos que pasar todo el tramo urbano e industrial que pasamos por León. Aquí volverá a dominar la llanura de la meseta, las muchas poblaciones y los campos de cereales.
Astorga
Astorga, pese a haber sigo construida, destruida y reconstruida en numerosas ocasiones, es uno de los ejes culturales de la provincia de León, con una gran cantidad de patrimonio artístico e histórico que no solo atrae a peregrinos, sino también a visitantes de todas las partes de España y de Europa.
Lo más impactante es su impresionante Palacio Episcopal, la gran joya de la población, equiparable a muchas de los monumentos más grandes que ya hayamos encontrado a lo largo de nuestro camino. Obra del archiconocido Antoni Gaudí, fue un proyecto de reconstrucción del antiguo palacio que fue quemado, al que se le insufló nueva vida con una arquitectura neogótica digna de un genio como Gaudí. A ser posible, no conformarse con verlo desde fuera, pues dentro es igual de sorprendente.
La robusta Catedral de Santa María tampoco se queda atrás, con una mezcla donde predomina el barroco conjuntamente con otros más antiguos, pues fue reconstruida y ampliada en varias ocasiones a lo largo de los siglos desde el XI. Presenta tres naves en una planta rectangular, y por dentro su altar mayor merece un buen tiempo para admirarlo con todos los sentidos.
Y además de todos estos impresionantes monumentos tenemos el Ayuntamiento, terminado en el siglo XVIII con una imponente fachada, así como otras muchas iglesias de gran relevancia histórica como la Iglesia de San Francisco, el Hastial de San Bartolomé, o la Iglesia de San Andrés. Además contaremos con numerosos museos de lo más variado para visitar.
Sin duda, un alto en el camino que merecerá que nos retrasemos un poco viendo sus muchas aportaciones a la cultura e historia de la región y el país.
Itinerario
Cruzaremos la nacional cogiendo la calle Real, y bajaremos hasta cruzar el canal de riego donde nos darán sombra unos chopos hasta volver a la carretera nacional. Tomaremos uno de sus andaderos y en línea recta llegaremos a San Martín del Camino.
La misma N-120 atraviesa la población que hemos alcanzado, y nosotros lo haremos con ella para que después de pasar el canal del Páramo giremos a la derecha y luego a la izquierda para coger un nuevo andadero. Con la N-120 al lado y cultivos de maíz que se aparecen continuamente junto a nosotros, nos encontraremos con el canal de la presa Cerrajera, un cauce de riego de gran magnitud.
Después de varios kilómetros toca alejarse de la N-120 pasando junto a un depósito de agua muy característico, y poco después tocará cruzar la carretera provincial en Puente de Órbigo. Atravesaremos el puente que va sobre el río Órbigo y a menos de dos kilómetros estaremos en Hospital de Órbigo.
Aquí es un buen sitio para hacer parada, pues dispondremos de todos los servicios en la población. Cuando atravesemos el municipio nos dirigiremos a Villares de Órbigo por una senda muy agraria.
Después de ver el paraje lleno de hortalizas durante algún kilómetro, estaremos en Villares, por donde pasaremos a las afueras subiendo algo de monte bajo. Llegaremos a una carretera a la que seguiremos hasta Santibáñez de Valdeiglesias.
Tendremos que atravesar la población por el pleno centro y saldremos a una nueva vía en la que nos toparemos con algún tobogán, tanto de subida como de bajada, que por las condiciones del sendero se nos podrá hacer algo duro.
Después llegaremos a un altiplano donde seguiremos recto tras cruzar una carretera y apareceremos en el crucero de Santo Toribio, un apacible lugar donde poder descansar y tomar algo para coger fuerzas. Desde ahí ya podemos divisar la ciudad de Astorga a lo lejos, y descendiendo el crucero llegaremos a San Justo de la Vega.
Saliendo a las afueras de la población pasaremos el río Tuerto, cogiendo una nueva pista que desemboca en otro río, el Jerga. Al sortearlo tendremos que pasar esta vez por una pasarela que nos evitará cruzar las vías del tren.
Una vez superadas, llegaremos a una rotonda nombrada con Asturica Augusta, el nombre de Astorga en romano. Aquí ya podremos ir a los diferentes albergues, los cuales son de una muy buena calidad.
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