Ponferrada - Villafranca del Bierzo

En Ponferrada descansaremos en uno de sus varios albergues tras una etapa muy dura, larga y que habrá hecho mella en nuestros músculos. Un ligero paseo reparador por el casco antiguo y visitar una de sus muchas joyas patrimoniales con una buena cena o comida de por medio seguro que nos sentará bien para coger ánimo para la próxima etapa. La parada más obligada de todas es el Castillo Templario, recién restaurado y que conserva gran parte de su esplendor medieval con su estructura intacta. Podremos visitarlo y admirar sus torres y murallas donde los caballeros de la orden vigilaban la Ponferrada medieval que ya por entonces era un paso jacobeo de vital importancia. Paseando por la ciudad también podremos admirar otros monumentos como La Iglesia de Santiago de Peñalba, así como muchos de sus edificios del centro histórico, los cuales son de la mayoría de entre el siglo XVI y el XVIII, ya que fueron los años en los que se dio el desarrollo de Ponferrada como urbe más allá de enclave jacobeo. Como siempre en las ciudades grandes, se nos hará raro callejear entre tanto coche, pero por fin saldremos a campo abierto en una etapa bastante plana hasta el final, donde tendremos que salvar algún desnivel. Ponferrada se desarrolla como urbe entre los siglos XVI al XVIII, época en la que se construyen los edificios más singulares y notables. Su condición de centro geográfico del territorio hace que Ponferrada sea el punto de partida ideal para acercarse a conocer una tierra llena de magia en su paisaje e historia: El Bierzo.

Saldremos de la ciudad por el Museo Nacional de Energía, un centro de divulgación científica cuyo edificio histórico conserva toda su identidad. Ahora empezaremos el rodeo que nos llevará hasta Compostilla, por donde pasaremos por el Ayuntamiento y una capilla neorrománica. Giraremos a la izquierda y después a la derecha, para dejar la población por una pista asfaltada. Tendremos que tomar el túnel que nos evite la N-VI, y al salir veremos múltiples cultivos de vid al pasar por la iglesia de San Esteban. Al poco tiempo adivinaremos las primeras casas de Columbrianos, población que pasaremos viendo su capilla de San Blas y San Roque. Tras dos kilómetros y medio tendremos Fuentes Nuevas y su ermita del Divino Cristo, con un bar muy peregrino donde podremos tomarnos algo. Tocará de nuevo coger una pista asfaltada hasta llegar a Camponaraya, para cruzar el río Reguera del Naraya y acceder a un camino de grava por el que alcanzaremos nuestra ya conocida A-6. Tendremos que pasarla por un paso elevado y poco después llegaremos a uno de los paisajes más gratificantes de la Hoya del Bierzo, lleno de chopos y viñedos. Habrá que cruzar con mucha precaución la carretera y avanzar por el arcén hasta el Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Bierzo. Empezaremos a descender y entraremos en Cacabelos tras más de dieciséis kilómetros de etapa, donde tendremos todos los servicios para para si lo necesitamos. Volveremos a cruzar otro río, en esta ocasión el Cúa, y veremos el Santuario de la Quinta Angustia junto a su albergue de peregrinos. En estos próximos dos kilómetros tendremos que salvar un repecho mientras andamos por el arcén de la carretera, y llegaremos a Pieros, penúltima parada de la ruta. Siguiendo adelante nos toparemos con el cruce a San Clemente, pero nosotros continuaremos por el arcén de la carretera. Tras un recorrido ondulado dejaremos el arcén y cogeremos el camino de La Virgen. Ahora tendremos que pasar un par de toboganes en subida, para luego descender finalmente hasta Villafranca del Bierzo.