El Camino de Santiago como terapia.

La paz que brinda el Camino de Santiago en muchas ocasiones, puede resultar la terapia más valorada por quienes deciden emprender esta ruta de fe, paisajes y crecimiento personal.

Experiencias y valores

El relato de muchos peregrinos que han realizado la ruta jacobea, responde a una vivencia intensa y personal que puede llegar a transformar la vida de las personas. Algunos desde la fe y otros por pura aventura, todos al final concluyen en un antes y un después en sus vidas. El inicio de esta temporada, coincide con la designación como Patrimonio Mundial de la ruta jacobea por la UNESCO, por lo cual se prevé una verdadera avalancha de turistas. ¿Te animas a vivir esta experiencia tan sanadora?

Relatos conmovedores de las personas que han sufrido enfermedades, accidentes o situaciones adversas, han encontrado respuestas en el Camino y hasta la solución para sus preocupaciones. Entre las noticias y comentarios sobre  casos de personas que han experimentado cambios en sus vidas, estas semanas han destacado varios relatos en las redes sociales, como el del joven de 33 años que llegó a Compostela, y describe el andar por el Camino como parte de su terapia, por el significado tan profundo de encontrarse a sí mismo y poder compartir la alegría de sentirse vivo y reinventarse. El Camino supone en definitiva, una de las mejores formas de auto analizarse y recuperar la confianza, los valores, la fe o el positivismo, descubriendo la resiliencia personal al enfrentar al cansancio y en ocasiones al tiempo, las adversidades y nuestra actitud para hacerles frente.

Estas respuestas ayudan a entender y comprender lo que sucede en el interior de cada uno, durante los días que dura el trayecto hasta Santiago de Compostela. La posibilidad de hacer cosas nuevas, comentar con los amigos y familiares durante esos días, incluso si estás solo, poderlas compartir por medio de las nuevas tecnologías con los numeroso puntos wifi que hay durante el Camino, son entre otras las posibilidades de poder estar conectado contigo mismo y con el mundo. Desde las personas más solitarias con los pies en la tierra, hasta los más místicos, los que eligen ir en bicicleta o caminando de distintas procedencias del mundo, descubren la oportunidad que brinda esta forma de hacer terapia.

Gracias a que cada uno de nosotros compartimos estas experiencias, en un mundo tan conectado hoy en día, el Camino seguirá siendo un referente mundial de paz a tener en cuenta, a cuidar y disfrutar.

foto cedida por cortesía: José Montoro.