El Camino de Santiago es un gran reto para nuestro organismo, ya que la mayoría no somos atletas y no estamos acostumbrados a realizar un esfuerzo tan grande en un periodo de tiempo tan pequeño. Por ello, es posible que nuestro cuerpo nos pase factura, por lo que la preparación y la prevención es fundamental a la hora de ponernos en marcha. Consultar a especialistas en este sentido nos evitará tener que recurrir a leer esta guía en muchas ocasiones, así que no tengas reparos en hacerlo si tu forma física no es de excelente nivel. A continuación os vamos a dejar los problemas físicos más comunes y algunas maneras de prevenirlos y remediarlos si los estamos padeciendo. Ante todo, hay que tener tranquilidad y actitud positiva para que no se nos haga más duro. ¡Eso es fundamental siempre! Presta atención a la lista y prepárate para remediarlos.
Problemas físicos en el Camino de Santiago
- Agujetas y contracturas: Estas nos acompañarán mucho, sobre todo en las primeras etapas y al final los tramos con mayores subidas. Hay que ser paciente, descansar, no forzar la marcha cuando estemos en ruta y tomar paracetamol si el dolor nos molesta en exceso.
- Deshidratación: Hay que tener mucho ojo sobre todo en verano, porque nos producirá una sensación de cansancio e incluso mareos que serán un grave impedimento. La hidratación tiene que ser constante durante toda la etapa, por lo que hay que aprovisionarse bien al inicio con una botella. Si nos mareamos seriamente o perdemos la conciencia hay que ir al centro de salud más cercano sí o sí.
- Esguinces y tendinitis: Llegarán de forma brusca, y tendremos que actuar cuanto antes mejor aplicando hielo y haciéndonos con analgésicos y antiinflamatorios. Si no hay mejoría tendremos que ir al médico y probablemente detener el Camino. Para prevenirlo: buen calzado, buena preparación física y llevar cuidado en las zonas donde puede haber caídas por mal estado del terreno.
- Ampollas y roces: El calzado y la ropa en general es muy importante, porque estos pequeños problemas, aunque salvables, pueden ser realmente incómodos. La transpiración y la comodidad en lo que usemos es siempre fundamental. En el caso de las ampollas, hay que aplicar agua fría limpia u pincharlas con agujas esterilizadas.
- Quemaduras del sol: Si es en verano encontraremos aquí un serio riesgo. Tenemos que evitar las horas más duras en este sentido (de las 12 a las 6 de la tarde) y utilizar SIEMPRE sobrero/gorra y protección solar en brazos, cara y piernas. Si inevitablemente nos quemamos, la crema hidratante nos ayudará a superar las molestias.
- Gatroenteritis: La comida y el agua en el Camino es fundamental, por lo que tenemos que llevar cuidado de comer cosas que estén siempre en buen estado y no llevarlas tiempo de más en la fiambrera ni similares. El agua debe ser potable y tenemos que asegurarnos de ellos si recurrimos a una de las muchas fuentes que encontraremos. En caso de padecer esta enfermedad, reposo durante al menos un día, sin comer sólidos, y conforme vayamos mejorando volver a incluirlos progresivamente. Si es muy fuerte, hay que recurrir a un médico.