Llevamos muchos meses pensándolo – o más bien años- pero ya lo hemos decidido. De este año no pasa: Vamos a hacer El Camino.
Ya hemos decidido qué camino vamos a emprender, cuáles van a ser la etapas y qué vamos a llevar en la mochila. Y nos asalta la curiosidad: ¿cómo habrá sido esta experiencia para otros peregrinos?
Si de algo saben en la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León es de experiencias vitales a lo largo de El Camino de Santiago. En este y otros artículos que iremos publicando, nos contarán sus vivencias en primera persona. No os perdáis ninguno de los capítulos, destilan vida y muchos kilómetros…
Capítulo Primero: La entrada a la ciudad de León
Después de andar 400 Km en el Camino de Santiago me acerco a la ciudad de León, lugar este escogido para descansar y disfrutar de su historia, de su cultura y de su riqueza desde el punto de su patrimonio arquitectónico. Dice un pensamiento “Recordar es volver a vivir en el corazón lo que ya se vivió otra vez”. Sólo viví unos años en esta urbe y es el lugar elegido, pues necesito volver al tiempo pasado, a la vez recordarlo y contemplar el presente para contarlo a familia, amigos y a cuantos les pique la curiosidad.
Desciendo el alto del Portillo y veo a lo lejos la catedral, lo que me hace gritar ¡Ultreya!, (grito alegre de los peregrinos al divisar las torres de la catedral que significa:¡Adelante!). Un gran cartel informativo dice: Bienvenido a León, cuna del Parlamentarismo. La verdad que desconocía esta relevancia tan importante para una ciudad como León que no aparece en mi guía.
Mis pies me introducen en el barrio de Puente Castro (El Castro Judearum) barrio este al que los judíos fueron expulsados. El Camino se desvía para llevarme a una pasarela sobre el río Torío y desde esta contemplo el puente de Puente Castro por el que pasaba con mi abuelo. Fotografío sus 10 ojos de bóvedas uniformes con sus tajamares, la verdad que conserva toda la belleza del diseño barroco.
Noto que mis pies vuelan como los del mensajero y es que siento que me acerco al barrio de mi infancia, el barrio de Santa Ana. ¡Como ha cambiado todo!, para mejor por supuesto. La casa en la que viví, un par de edificios y la Iglesia es lo que queda. En la iglesia de nombre Santa Ana, madre de la Virgen hice la primera comunión junta a mi hermana a la que llevo un año. Está abierta así que entro y doy gracias a Dios y al Apóstol Santiago por traerme al Camino de Santiago y estar aquí. En el silencio de este lugar sagrado por unos minutos parece haberse detenido el tiempo pero el peregrino es persona que pasa y continuo.
Una ciudad antigua como León tenía 5 puertas y me acerco a la puerta sur, entrada de quienes peregrinan a Santiago. Es la puerta de Puerta Moneda, lugar donde estaban los cambistas, vamos los bancos de ahora, así reza la cartela de piedra de esta calle. A derecha e izquierda las murallas medievales llamadas “Las Cercas”.
Cuenta la leyenda que quien quería dormir dentro de la ciudad debía pagar una moneda excepto los peregrinos exentos de este impuesto.
Ahora estoy dentro de lo que antiguamente era la “civitas”. Es una rua estrecha que me lleva a la puerta de Santa María del Camino, denominada la antigua, primera iglesia intramuros y dedicada al Camino de Santiago Se aprecian los dos ábsides con sus canecillos, ménsulas, rejería y el jaqueado característica del románico. Su interior es sobrio y en el altar mayor la Virgen del Camino. A su lado la Plaza del Mercado o del Grano, llamado así porque en ella se hacía un mercado de cuanto el agricultor producía en sus tierras. Su suelo está empredado, con una casa con soportales y una fuente con simbología de los dos ríos de la ciudad representados por dos niños que unen sus manos para simbolizar la unión de los ríos en uno sólo, escoltados por dos álamos gigantes de cada una de las riberas. Desde la terraza de la Piconera(Un bar, restaurante) disfruto de la visión que se me ofrece pues el tiempo se ha detenido en la plaza.
Si la introducción a la ciudad me está impresionando creo que falta lo que me deslumbrará. Me voy al hotel volviendo la vista par que mis ojos fotografíen la belleza de lo sencillo legado de aquellos que vivieron antes que yo.
- Asociación Amigos Camino Santiago León «Pulchra Leonina»
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