Primera etapa del Viejo Camino

Camino de la Montaña o Camino Olvidado

Primera etapa del Viejo Camino, Camino de la Montaña o Camino Olvidado desde La Espina hasta la Virgen de la Velilla Comenzamos hoy este Camino a Santiago que es a parte de una Peregrinación a la tumba del Apóstol Santiago,una auténtica aventura en la provincia de León pues a partir de los libros “Vexu Camin” de Julián González, El Viejo Camino de José Fernández Arenas y “En las Cabeceras del Esla” de Matías Díez, es cuando los peregrinos sentimos la llamada volvemos al Viejo Camino, El Camino de la Montaña o el Camino Olvidado.

El Viejo Camino se despide de la provincia de Palencia dejando atrás el Río Carrión y el robledal de Corcos, donde existió un albergue para peregrinos, para entrar en la provincia de León por la localidad de La Espina, pequeño rincón de casas en torno a la estación de ferrocarril de feve, que nos acompañará en muchos tramos.

 

Entramos en esta provincia pisando carretera y siento nostalgia por la tierra. El camino de monte asciende a un cerro donde se ven restos de lo que fue la ermita de Santa Cristina. Desde esta pequeña altura podemos divisar Cegoñal con su iglesia románica dedicada a San Julián y en su interior una interesante pila bautismal.

 

Continúa el camino bien señalizado que se va cerrando por la maleza y la vegetación pero nos acercamos a unas casas que anuncian una localidad más grande como es Puente Almuhey, donde hubo un hospital para peregrinos llamado Puente Demuhey de donde viene el nombre actual del pueblo Tiene este pueblo todos los servicios y la sirga atraviesa toda esta población longitudinal.

 

Debemos pararnos a la salida, en la rotonda, ante el pilón de piedra con tres huecos para tres vasos y que marca la confluencia de los tres valles: Valle de Valderrueda, Valle de Almanza y Valle de Valdetuejar, y de los tres señoríos de estas tierras: El de Prado, el de Alcañices y el de Astorga.. Antes de dirigirnos al camino, se puede visitar la ermita de la Virgen de las Angustias con un escudo de la Orden Hospitalaria de los Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén o también llamada Orden de Malta. Debemos continuar por un tramo de carretera para tomar un camino de tierra que nos lleva a Taranilla.

 

Abandonamos el casco urbano y nos adentramos por praderas y contemplamos “la laguna de las sirenas” donde la leyenda habla de unos monjes benedictinos que son tentados por unas doncellas hasta que el abad se da cuenta y termina de forma muy sorprendente, convirtiendo a las mujeres en sirenas y los monjes encerrados de por vida. Se sube por una escombrera y recibe al caminante la iglesia de San Martín de Valdetuejar, de estilo románico, que introduce al peregrino por este valle que recibe el nombre de Valdetuejar y que se llamó el valle del hambre.

 

La iglesia tiene en los aleros y en la cornisa una representación de la sirenas y en la puerta superior de la entrada dos inscripciones, una lauda que reza:”Los ángeles que zelamos el sagrado de este templo al que entra, le exhortamos que tema a Dios que está dentro” y una losa en latín cuya leyenda dice:

 

“Esta es la Casa de Señor firmemente deificada, está bien cimentada sobre la dura roca. San Martín ruega por nosotros”

 

Mientras contemplo y leo una señora gentilmente abre la puerta. Conviene descansar en el silencio de este templo sobrio como el románico pero con capiteles con bustos humanos, felinos, calículos y pencas y una pareja de palomas. En el retablo la figura de san Matín de Tours partiendo su capa para compartirla con un pobre o peregrino. Después de este descanso para el cuerpo y el despertar del espíritu, el camino se vuelve ahora carretera para llevarnos a Renedo de Valdetuejar.

 

Podemos ver las ruinas del Palacio de los Marqueses de Prado, dominadores de estas tierras y con una leyenda negra a sus espaldas. Las fotos antiguas nos dan una idea de su majestuosidad y del poderio de esta familia de la alta nobleza.

 

Toda su fachada fue trasladada al Sanatorio de Nuestra Señora de Regla por el Obispo de León, Almarcha. En la iglesia de esta localidad se pueden contemplar tres figuras gigantes de tres de los cuatro evangelistas. La carretera nos acerca a la Mata de Monteagudo y parece que cansa nuestros pies y nuestro cuerpo pero el paisaje verde de praderas, pinos, robles y castaños nos anima para de repente contemplar El Santuario de la Virgen de la Velilla; se trata de una construcción impresionante de piedra con una entrada porticada. En el exterior una figura de Santiago Matamoros y un peregrino en el alero del tejado, el otro se desprendió y está en la sacristía. El interior del templo dos retablos barrocos espectaculares, uno en el altar mayor y otro en la sacristía.

 

Fue este un lugar de paso, estancia y devoción de los peregrinos. Todavía existe la casa del peregrino donde hoy nos quedaremos para reponer fuerzas. Este Santuario tiene mucha importancia pues la Virgen de la Velilla es patrona de todos los pueblos de la comarca celebrándose una gran romería.

 

Su importancia fue en aumento por los cuantiosos donativos y limosnas que hicieron en el templo varias ampliaciones y mejoras. Su romería se celebra todos los años el segundo domingo de agosto y acuden romeros y peregrinos de todos los valles del alrededor del Valle de Valdetuejar. En la explanada nos sentamos para contemplar este lugar sagrado y el paisaje que lo rodean como si fuera un espacio perdido en el tiempo.

 

Cerramos nuestro cuaderno al terminar la primera etapa, contentos de pisar esta tierra de peregrinos que allá por los siglos IX, X y XI transitaron y pisaron quienes peregrinaron por este Viejo Camino.