Hornillos del Camino - Castrojeriz

Hornillos del Camino

Hornillos del Camino es uno de esos pequeños pueblos que parecen creados para complacer y hacer más fácil las etapas de los peregrinos, normalmente creados por la afluencia de peregrinos a estos pequeños asentamientos y que han mantenido sus servicios a los viajeros a lo largo de los años. En este pueblo disfrutaremos de su estética muy rústica y tradicional, con sus vecinos que han establecido varios albergues de donativo en sus casas donde acogen a los peregrinos que van llegando. Si bien la población es extremadamente pequeña (menos de una treintena de habitantes), hay normalmente, sobre todo en las épocas de más afluencia de peregrinos, un gran ambiente por toda la pequeña villa. De aquí partiremos hacia Castrojeriz en una etapa de algo menos de 20 kilómetros, con alguna subida algo reseñable pero por lo general bastante llevadera. No obstante, de nuevo es recomendable madrugar, ya que la ausencia de árboles nos dejará sin sombra.

Castrojeriz

Castrojeriz es un pueblo de gran tradición jacobea, con unas llamativas calles peatonales de gran longitud llenas de edificios de distintas épocas conservados con todo su encanto y un aire rústico excepcional. Aquí encontraremos hasta 4 albergues donde pasar la noche, lo que nos garantiza tener sitio en cualquier época del año en la que acudamos. Castrojeriz tiene una amplia historia y gran importancia en el antiguo reino de Castilla, con numerosos edificios que demuestran su valor en el pasado, como la gran Colegiata que se impone a la entrada del pueblo y que se puede divisar en la lejanía mucho antes de entrar debido a su gran tamaño. Se trata de un edificio románico, pero al ser construido en el siglo XIII durante plena transición al gótico tiene también destellos de este último estilo. Para comer podremos darnos un buen gusto, ya que las típicas vieras de Castrojeriz nos embelesarán con toda seguridad el paladar, y no faltarán tiendas, bares y restaurantes donde podamos aprovisionarnos para la próxima etapa.

Itinerario

Saldremos de Hornillos del Camino tras la senda que deja el pueblo tras atravesarlo por su centro, cruzando más campos de cereales que nos acompañan prácticamente desde que entramos en Castilla. Avanzaremos unos cinco kilómetros y nos desviaremos en un cruce hacia el albergue de San Bol, pegado al río que le da nombre. Aquí podremos hacer alguna parada para retomar fuerzas y encarar los siguientes cinco kilómetros hasta Hontanas. En Hontanas encontraremos prácticamente todos los servicios y varios albergues para poder descansar y coger fuerzas para otra caminata por la meseta. No encontraremos otra población hasta llegar finalmente a Castrojeriz, por lo que es indispensable ir bien provisto de todo lo necesario, y especialmente de agua para saciar la sed. Como ya hemos dicho, es mejor madrugar un poco al iniciar la etapa para que no nos alcancen las horas más duras de calor en verano. Dejaremos Hontanas por su calle Real que desemboca en una carretera, la cual abandonamos rápidamente para tomar el camino que hay a su derecha. A lo largo de este camino veremos las ruinas de una torre y más adelante las del convento de San Antón, donde se albergaban los monjes de San Antón que cuidaban de infectados por la gangrena que causaba un hongo al consumir grano de centeno. A partir de aquí tendremos que recorrer más o menos unos 5 kilómetros más y ya divisaremos el característico arco del triunfo de Castrojeriz, fin esta etapa número 13.

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