Sahagún - El Burgo Ranero
Sahagún
Si hemos hecho noche en Sahagún y todavía no hemos visitado sus monumentos, tendremos que dedicarle al menos un rato a hacerlo de forma casi obligada, ya que sus Iglesias de San Lorenzo y San Tirso, con su característico exterior lleno de ladrillo y arcos propiamente mudéjares bien lo merecen.
A la salida del pueblo podremos hacer también un alto en el antiguo Santuario de la Peregrina, donde nos sellarán acreditándonos haber pasado por el centro geográfico del Camino francés, y de paso podremos admirar su arquitectura imponente recién remodelada hace pocos años.
Pero este paso no se puede hacer sin pasar por su arco de San Benito, de estilo barroco, que sustituyó a la vieja puerta románica que se levantaba sobre el desaparecido monasterio de San Benito.
La próxima etapa es bastante más corta de lo habitual (como la anterior) y en un terreno llano que no presenta dificultad alguna, atravesando algunas poblaciones justo antes de llegar a Burgo Ranero.
La llanura seguirá acompañándonos, a veces moteada de árboles, otras veces a cielo abierto, por lo que es importante ir bien protegido del sol aunque no sea una de las etapas más duras en este sentido.
El Burgo Ranero
El Burgo Ranero es un pueblo jacobeo con varios albergues, pequeño (alrededor de 800 habitantes) pero prácticamente con todo tipo de servicios, lleno de edificios empedrados con una iglesia pequeña y humilde dedicada a San Pedro.
Para llegar a los albergues tendremos que rodear el pueblo antes, y encontraremos varios a nuestra disposición, por lo que no nos será difícil encontrar sitio en cualquier época del año en la que acudamos. Además, destacan por su atento servicio y disponibilidad.
También en esta pequeña localidad encontrarás tiendas, bares y farmacia para poder aprovisionarte con todo lo necesario para seguir.
Itinerario
Tras admirar el arte mudéjar de Sahagún, pasaremos por su magnífico arco de San Benito y salvaremos el río Cea por el puente del Canto.
Seguiremos por una senda que va junto a la carretera nacional, y al poco tiempo los árboles dejarán de acompañarnos y tendremos de nuevo más andadero para recorrer. Más adelante tendremos que cruzar por enésima vez la carretera nacional cuando se vean señalizaciones que lo indiquen, y el camino nos dará dos vías para elegir, con la que nos quedaremos la que atraviesa Bercianos del Real Camino para llegar al Burgo Ranero.
Nos haremos con un camino que nos acompañará muchos kilómetros, caracterizado por tener en sombreado plátanos continuamente que van avanzando junto a nosotros. Este camino ha sido creado para el peregrinaje, por lo que presenta unas buenas condiciones para caminar.
Tendremos que hacer aproximadamente unos cuatro kilómetros más para llegar hasta la Ermita de Nuestra Señora de Perales, por la que pasaremos para cruzar un arroyo y entrar por fin en Bercianos del Camino.
Aquí nos empezaremos a familiarizar más con el adobe, típico de los pueblos leoneses más autóctonos y antiguos. Tendremos que volver a retomar la pista anterior de los plátanos y atravesar el arroyo del Olmo, al cual separan 5 kilómetros del fin de etapa.
Volverán a aparecer algunos árboles tras un rato y tendremos que llegar a un viaducto en la autovía para por fin tomar el cruce definitivo que nos llevara a El Burgo Ranero.
En este pueblo podremos disponer de albergues, bares y tiendas para reponer fuerzas y aprovisionarnos para otra etapa más.
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