Logroño - Nájera

Logroño

En Logroño tendremos que haber descansado bien en uno de sus excelentes albergues, haber recorrido sus muchas calles en el Casco Antiguo y visitado la Catedral para decir que le hemos sacado partido a nuestra parada. Además, su gran importancia en la región a lo largo de muchos siglos (donde siempre ha sido el eje económico y social) ha dejado un numeroso patrimonio en forma de muchas otras construcciones como el Palacio de Espartero, el Teatro Bretón de los Herreros, el Archivo Histórico Provincial… Sin duda, un lugar al que merece la pena dedicarle un tiempo de paseo tranquilo para descubrir lo que albergan sus calles. Después de disfrutar la capital riojana (aunque bien es cierto que los peregrinos nos solemos sentir un poco fuera de lugar en las ciudades grandes), es hora de partir hacia la etapa más larga de nuestro Camino. No es necesariamente la más dura, aunque por longitud se hace exigente. No obstante, la subida casi continua hasta el Alto de San Antón nos pasará factura, aunque al ser constante y poco pronunciada podremos sobrellevarla sin problemas a estas alturas del camino. Después de coronar este Alto que está a 670 metros (viniendo de una altura inicial de 380), bajaremos hasta Nájera

Nájera


Itinerario

De inicio tendremos que atravesar todo Logroño y llegar hasta su vía verde que nos llevará fuera de la ciudad. Estas vías verdes son antiguas vías de ferrocarril que al estar en desuso se adaptaron como vías de senderismo, lo cual hace que este tramo sea cómodo y bien señalizado. Avanzando por la vía verde llegaremos hasta el parque de la Grajera y su embalse, una zona verde de ocio con mucho encanto para disfrutar de la armonía del agua y el frondoso verde. Al dejar atrás el embalse empezaremos uno de los tramos más exigentes, con un repecho considerable que nos dará una de las mejores vistas de lo que llevamos de trayecto. Una vez alcanzado el Alto, bajaremos hacia Navarrete. En Navarrete estaremos a falta de unos 16 kilómetros todavía para llegar al final, por lo que es aconsejable aprovechar aquí para comer o hacer cualquier otra gestión porque en los próximos pueblos serán más pequeños y no dispondremos de todos los servicios. Tras pasar por su calle La Cruz y admirar su Iglesia de la Asunción, saldremos por su cementario tomando un camino que llega hasta la Cooperativa Vitivinícola de Sotés. Aquí tendremos que abandonar los caminos senderistas para tomar una pista asfaltada avanzando casi paralelos a la A-12. Siguiendo adelante llegaremos hasta Ventosa, población que tendremos que atravesar recorriendo su casco urbano y que dispone de albergue por si necesitamos parar. El Camino en sí no llega al casco urbano de ventosa, sino que va por el arcén de la carretera y después llega a un camino tras la bodega de Vallformosa por el que llegaremos al Alto de San Antón. En el Alto de San Antón podremos admirar el valle de Najerilla y al fondo el pueblo de Nájera, del que todavía nos separan unos 8 kilómetros. Tendremos que bajar cruzando el Poyo de Roldán y atravesando el río Yalde. Tras avanzar tendremos que fijarnos en la señalización para cruzar la N-120 con mucho cuidado. Unos metros más y por fin habremos alcanzado Nájera, donde podremos por fin descansar.

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